Nuestra parroquia en una solemne liturgia, que revivió la agonía y muerte de Jesucristo en la cruz, después de las humillaciones y ultrajes llevados a cabo por los soldados romanos y la multitud, conmemoró la Pasión del Señor en Viernes Santo.

«Se lo llevaron injustamente, y no hubo quien lo defendiera; nadie se preocupó por su destino. Lo

arrancaron de esta tierra, le dieron muerte por los pecados de mi pueblo«.