Sacristía

Un sacristán es la persona (laica o religiosa) que asiste al sacerdote en las labores de cuidado y limpieza de la iglesia, la sacristía y de los objetos sagrados que contienen. Es además el encargado de preparar todo lo necesario para la celebración de la misa.

No es esta una tarea sencilla, ni una tarea sin importancia, sin ella sería imposible que nuestras celebraciones pudiesen llevarse a cabo. Además, según como se realice, las celebraciones podrán ser más significativas o menos, mejor participadas o menos, más agradable o menos… Que la megafonía esté correctamente encendida, que los libros estén a punto, que en la sacristía resulte fácil encontrar las cosas, que la iglesia dé la sensación de limpieza y orden, que en el altar haya flores cuando debe haberlas y no las haya cuando no deba, que la calefacción funcione cuando sea necesario… Todo esto, aunque parezcan cosas secundarias, de hecho son fundamentales para que la comunidad pueda celebrar la fe como es debido y pueda sacar el máximo provecho de las celebraciones.